David Eli, el responsable argentino de la logística de la gran carrera, analiza el compromiso, a dos días de la largada simbólica en el Obelisco
Por Roberto Berasategui
De la Redacción de LA NACION
En cada Rally de la Argentina, por el Campeonato Mundial de la especialidad, se lo suele ver a David Eli a las corridas, definiendo detalles de último momento, siempre pendiente de que nada quede librado al azar. Villa Carlos Paz es la ciudad que recibe a la gran fiesta automovilística que una vez por año hace escala en los caminos serranos de Córdoba, la provincia que siente propio, con sumo derecho, el clásico del calendario internacional.
Esta vez no hay autos del World Rally Championship. Es otra competencia, mucho más ambiciosa, por la logística, la organización, la extensión y el recorrido de la prueba, que superará los 9000 kilómetros. El Dakar 2009 Argentina-Chile está a un paso, apenas horas, con la largada simbólica pasado mañana, a partir de las 17, desde el Obelisco, y el sábado, desde las 4.30, con la partida de la caravana de 530 vehículos rumbo a Santa Rosa, La Pampa, donde concluirá la primera de las 14 etapas que comprenderá la gran aventura para los pilotos de automóviles, camiones, motos y cuatriciclos.
"Es el compromiso más grande que nos tocó asumir. No sólo a mi equipo, sino también a las autoridades argentinas. Acá tenemos más de 500 personas abocadas directamente a la carrera", comentó Eli, entusiasmado con el inminente comienzo de la prueba. Más de 2200 personas acamparán en el final de cada tramo y se movilizarán durante toda la carrera. Casi 1000 personas tripularán los vehículos de competición y de asistencia, habrá 480 periodistas acreditados (un tercio seguirá toda la competencia) y la transmisión de TV llegará a 185 países.
-En un año se armó toda la logística. ¿Cuál fue el punto más crítico?
-La logística es impresionante, como la carrera, por eso es la más grande del mundo. La organización tuvo su complejidad. Hay que adaptar las normas argentinas a la carrera y la carrera a las normas argentinas.
-¿Cómo se adaptarán de los desiertos africanos a la geografía argentina?
-Por lo general, el Dakar se corría en Africa con muy pocas normas y acá se encontraron con las nuestras. Eso fue una complicación al principio, pero la buena voluntad de todos logró que se pudiera concretar. En realidad hubo complejidad en cada punto: aduana, migración, policía de seguridad aeroportuaria, vialidad, gendarmería. Cada uno puso su granito de arena. Es como que todos se pusieron la camiseta de la carrera.
-Los espectadores serán un tema clave también. ¿Cómo se acomodaron los franceses a esta nueva circunstancia?
-Habitualmente se corría el Dakar sin público. En la Argentina será distinto. La gente se acercará masivamente. Una muestra de ello fue el lanzamiento en el Tigre, con más de 10.000 personas. Lo mismo ocurrirá en cada tramo, en los parques cerrados. Esto es una muestra de lo que serán la largada, el parque cerrado y cada una de las etapas. Sin dudas, el gran desafío del Dakar es la organización. Y trabajamos para no fallar.
El primer tramo con largada en Saladillo
Anoche se dio a conocer la primera zona de espectadores, para organizar al público en función de la seguridad de la prueba. El sábado, desde las 4.30, habrá un enlace entre Buenos Aires y Saladillo y desde la ciudad bonaerense, a las 7.50, partirán los competidores en el primer tramo especial, rumbo a Santa Rosa. La caravana pasará por Del Valle, Pehuajó y Trenque Lauquen hasta llegar a la capital pampeana.
Videos de La Nación sobre el Dakar 2009
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